Aunque son miles, a cada uno se le conoce como Crowdy, integrante de nuestra comunidad de testers. En equipo, logran juntar una fuerza infalible en la búsqueda de errores en las plataformas de las compañías.
Si hacemos referencia a las necesidades puntuales que el mundo actual genera en las empresas, sabemos que para aquellas que cuentan con sitios web y aplicaciones como un brazo extendido de su cuerpo comercial y de atención al usuario, la inmediatez dejó de ser un valor agregado para convertirse en un requisito fundamental. Salir al mercado es una cuestión que demanda rapidez ya que con cada día de espera el impacto se siente en los ingresos monetarios. De hecho, cada acción que se omita en el campo digital repercutirá indefectiblemente en los balances económicos.
Es por esto que el cerciorarse de la correcta ejecución de las plataformas virtuales no solo compete a la calidad del producto, atiende a una necesidad de mantener los procesos en buen funcionamiento y con una óptima estructuración, porque es lo que marca la diferencia entre una buena o mala experiencia de usuario. Clientes satisfechos e insatisfechos, todos conocemos a dónde van. Es muy fácil decirle adiós a una persona que ingresa a comprar a un sitio web y se topa con un enlace que no dirige a donde debe ser, una foto que no carga o con que tiene que hacer una cantidad exagerada de procesos para llevar a cabo su adquisición. Por el contrario, un cliente satisfecho es uno que regresa y recomienda, porque su experiencia fue agradable y le generó confianza absoluta en la marca.
Ese cliente satisfecho, que usa no solo el “voz a voz”, sino la amplificación del mensaje en redes sociales termina siendo fundamental en el posicionamiento de imagen de una empresa. Una frase positiva que sin pretenderlo actúa de agente comercial. O también puede ser una crítica que genere desconfianza en toda una comunidad. Por eso también se habla de la necesidad de conocer la opinión del usuario en modo prueba, es decir, un acercamiento a la experiencia real de navegación por la web o app hecha por gente real bajo su rol de Crowdy y que brinde una retroalimentación oportuna para anticiparse a las reacciones de los usuarios, conocerlos mejor y así saber cómo actuar en beneficio de una relación duradera.
A la caza de Bugford
Si usted tiene una empresa seguramente ha identificado las necesidades mencionadas y se estará preguntando cuál es la mejor estrategia para combatirlas. La respuesta es simple, ir a la caza de Bugford. Este personajillo, no muy querido, se viste de varias formas para afectar el funcionamiento de sitios webs y aplicaciones. Si una empresa quiere que sus plataformas cumplan con los requerimientos a buen tiempo, que las acciones que se realicen no presenten fallos y conocer de antemano cómo es la experiencia de usuario que brinda, debe atacar a estos puntos que fallan, que interrumpen los procesos y que pueden estar en escondrijos de la estructura de desarrollo.
Para ir detrás de Bugford, las tropas Crowdy han desplegado 3 frentes de batalla: Cacería de bugs, verificación de los caminos de prueba y cliente incógnito. Estás tres se reparten las campañas de identificación de malos funcionamientos, como lo son un enlace roto, un texto mal escrito, un formulario que no se deja completar, etc; también atienden al aseguramiento del proceso, que el camino que recorre un cliente desde su ingreso a la plataforma hasta la resolución de su inquietud o compra, sea el más corto y ágil; finalmente expanden sus líneas como cliente incógnito para identificar los puntos más sobresalientes o defectuosos en la experiencia de navegación.
Misión empresa, ¡somos 3 mil!
Cuando una compañía decide respaldarse del ejército Crowdy debe saber que a este se le entrega un formulario detallado de acciones, es simple, cada persona debe saber el perfil de la empresa a la que va a realizar el procedimiento y las condiciones de este.
La posibilidad de hacer pruebas en distintos equipos, navegadores, sistemas operativos y medios de pago, junto con una milicia que en total alcanza las 3 mil personas, en promedio 70 en disposición de batallar y generar retroalimentación en un solo día, habla del grosor de las acciones y sustenta uno de los principales beneficios de Crowdtesting que es la agilidad que entrega a los procesos de desarrollo de software para una compañía. Son batallas campales en donde ningún Bugford sale bien librado.
Pruebas exploratorias en dispositivos reales y con usuarios reales que analizan la experiencia es un conjunto de herramientas que salvan a las empresas de sucumbir ante las necesidades nombradas al principio. Son acciones que permiten tener la plataforma lista en un menor tiempo de desarrollo y con la seguridad de eliminar al máximo la posibilidad de errores. Desde lo técnico satisface esa exigencia de toda empresa que es tener un producto seguro, confiable y de calidad. Desde el marketing, le acerca a la mente de sus clientes, puede darse una idea de lo que ellos atraviesan en la interacción con su compañía y así lograr entenderlos mejor, brindarles lo que necesitan y lograr tener no solo compradores de marca fieles, sino embajadores.
